X. 11:11

Era una hermosa y fresca mañana de invierno en Taveuni, al sur de las Islas del Norte, en Fiji. El pacífico hacia honor a su nombre, con unas aguas mansas que reflejaban la grandeza del dios Sol. Pero aquí, aquí hace un calor de los mil demonios. 31°C no es una temperatura sana para dormir, mas si viviste 19 años de tu vida en un lugar donde la temperatura promedio es de 16°C.

Hace apenas 4 días las cosas eran diferentes. Otra latitud, otra altura, otro clima, otra persona. Hace 4 días era domingo, y llevaba aproximadamente 3 horas con ella. Debo decir que el día anterior (o sea, hace 5 días) había estado también con ella. Y me hizo sentir tan bien estar con ella. Me hizo bien no solo por el excelente rato que pasamos juntos, sino porque sentí cositas que tenia tiempo que no sentía.

Han pasado casi dos horas, y no he podido ligar dos palabras que me gusten, hagan sentido y expresen lo que siento. Debo decir, que soy muy enamoradizo, lo sé y habrá quien piense que eso le resta mérito a mis palabras y sentimientos, pero no es así. Porque hasta antes de este fin de semana, yo me enamoraba de ideas, de cosas que no existían, de cosas que yo pensaba que serían de tal o cual manera. Ahora puedo decir que vi las cosas, no solo las vi, las viví, las sentí, las baile. Lo peor, lo peor es saber que tuve un año para poder vivir todo lo que viví esos dos días, pero no, nunca me tomé la molestia de abrir los ojos, y saber que ahí, ahí estaba la felicidad.

Lo presentí, debo de ser sincero. Cuando vimos películas de terror en su casa. Creo que si hubiera un premio para las dos peores películas de terror que se pueden rentar, las que elegí se llevaban el premio. Confieso que nunca fuimos muy cercanos. 3 años estudiando en el mismo lugar y realmente fueron pocos nuestros acercamientos. Todo comenzó despues de salir de prepa. Cuando fuimos a las chincheladas de sammy, cuando platicábamos de lo que quería estudiar, y poco a poco fuimos tejiendo nuestra relación.

Y cuando menos lo esperaba, ya estábamos comprometidos. Comprometidos entre comillas, porque ni siquiera fui para ir a desayunar con ella. Es increíble ver ahora todo el tiempo que desperdicié. Afortunadamente, gracias a ese desayuno frustrado, me remordió la conciencia y pensé que podría redimir todas mis faltas invitándola a la boda el sábado. Y aquí viene lo bueno

Desde que la vi salir de su casa quedé sorprendido, y no vacilo al decir que ella fue la que se llevó la fiesta mas tarde. En la misa, ella deteniendo el lazo porque yo estaba muy nervioso. En la comida, dejándome la gordita mas picosa en toda la historia de las gorditas de bodas. En la fiesta bailando, platicando, bailando, platicando. Lo olvidaba, también nos tomamos fotos. Pero no fue el hecho de que ella lo cargara, sino que ella me lo pidiera. No fue tampoco el hecho de que picara la gordita, sino que ella la pusiera en mi plato. No fue el que nos tomáramos fotos, sino que ella también cerraba los ojos. Como he defendido últimamente, no solo es el QUE, también es el COMO. Es decir, no nada más es lo que haces, sino como lo haces.

Y lo que ella hizo y como lo hizo fue lo que me tiene así, queriendo aprender a hacer sushi, viendo las noticias y pensando en resorts de la melanesia. Pero sobre todo, haciendo las cosas que he dejado de hacer, que yo creo que es lo mas importante y lo que ella quiere. Lo que sentí esos días, esas palabras, esas acciones, esas miradas, se que fueron de verdad. Y son esas cosas las que me hacían falta (como le dije), las que llenaron poco a poco el vacío que venia sintiendo, esas cosas que pensé no sentiría en mucho tiempo.

Ya van a ser las 4 de la mañana, que bueno que no se quedó esperando a que terminara. Y no se que decirte para terminar, porque se que al tu leerlo a la hora que quieras, me sentiré un poco mas libre y menos tímido de decir lo que siento. Primero, se que te quiero mucho, no se si te lo había dicho antes, pero ahora te lo digo y con todo conocimiento de causa. También te digo que se que ahorita estas soltera y que así quieres seguir por un rato, lo respeto y no pienso presionar. Te mentiría si te dijera que no quisiera andar, pero creo que, ya es tiempo (al menos para mi) de tomar las cosas en serio, con calma pero sobre todo con dedicación y perseverancia. También te digo que ya estoy tratando de hacer las cosas como antes, como cuando todo me salia bien. Ya comencé a ñoñear y no tanto por mi, sino porque los viajes a Oceanía salen muy caros.

No sabes como me arrepiento de no haber ido a tu casa el lunes, aunque sea a decirte adiós, y por eso te pido una disculpa. No me sentí en condiciones de ir, tenia muchas cosas en la cabeza, pero creo que pude haber soportado esas ideas por aunque sea media hora. En serio perdón, me muero de ganas por saber que dice la postal, pero como dices, es mi castigo.

Me comienza a doler el hombro, creo que es hora de irme. No se cuando lo leerás, ni a que hora, no se si te vaya a gustar (perdón por las ideas tan dispersas pero es el sueño). Prometo que en estas semanas escribiré mas cosillas, así como escribirte en facebook diario jaja. No me canso de agradecerte por esos dos días y porque además la película estuvo muy buena, pero lo del sábado, lo del sábado no tiene nombre.


Comentarios

Entradas populares de este blog

Zzzzzzzzz...

A veces de un hilo, a veces de un ciento.

Tanta belleza es pecado.