Zzzzzzzzz...

Aquí estás 
Dormida. Junto a mi. 
Tan cerca y a la vez tan distante. 

¿Qué estarás soñando? 
Me permites ver la vida cada que inhalas y tu vientre se expande
y lentamente comienzo a darle sentido a lo que no entiendo. 
Ahí está, tan sencillo y tan difícil. 

Dormida. 
Descansando la mente, preparándote para mañana.
Para seguir viajando, para seguir creciendo, para seguir sonriendo. 
Para seguir iluminando almas que no encuentran el camino. 

Dormida.
Para seguir confiando y siendo leal al amor, siendo fiel a tus creencias aunque te arranquen la piel, por que así debe de ser. 

Inhalas. Exhalas. 
Tan viva. Inmóvil, pero viva. 

Me da miedo tocarte, acercarme. 
Me da miedo despertarte. Te ves tan libre.
Que bonito es verte dormir tranquila, sin remordimientos. Serena. 

Despiertas. Nos miramos. 
Tus ojos me llenan de armonía,  y los vuelves a cerrar. 
Cuanta paz. Te envidio.

Gracias por compartirme tu vida un momento.
Gracias por quitar el lodo de mis ojos para ver que hay más allá. 
Gracias por enseñarme que no todos nos tienen que doler.

Burbuja. 
Fuiste una burbuja que me dio un respiro mientras me estaba ahogando. 
Una burbuja que me regaló muchos momentos felices, genuinos, honestos. 

Quisiera poder acurrucarme frente a ti
Que de alguna mágica manera tu tranquilidad llegara a mi
Y así caer en un sueño profundo, tranquilo, pacífico, como el tuyo.

Septiembre, 2017.

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